Erase una vez, en un reino muy lejano Vivian dos jóvenes reyes llamados Alejandro y Daphne, que eran muy queridos y adorados por todo el reino, ya que eran buenos y generosos. Eran muy felices ya que gozaban de belleza y de buena salud, pero les faltaba algo que no completaba toda su felicidad, que era un hijo. Hasta que un día, la suerte se puso de su parte y la reina Daphne se quedó embarazada. Pasaron los meses y la reina dio a luz a una preciosa niña que la puso de nombre Helena. Era la niña más bonita que jamás se había visto.
El día de la celebración del nacimiento de la princesa, ocurrió algo horrible, apareció en el palacio la bruja Maldina, que era la bruja más temida por todo el reino ya que era muy poderosa y a la vez era muy envidiosa. Debido a la envidia y el odio que tenía hacia la princesa, le condenó a un horrible maleficio, cuando Helena tuviera 17 años tendría que encontrar a su amor verdadero antes de cumplir los 18 años, ya que si no lo hacia estaría condenada a toda una vida sin amor siendo una princesa muy desgraciada. Los reyes debían cumplir la promesa de no poder contarle nada a Helena, ya que si no ella moriría.

Pasaron los años, y Helena había crecido y se había convertido en una hermosa mujer. Sus padres sufrían al verla crecer, ya que si no encontraba a su amor verdadero seria infeliz el resto de su vida, y al no poder contarle la verdad a su hija no eran felices del todo. Cuando Helena tenía 17 años, y le faltaban apenas dos meses para cumplir los 18 años, decidió salir al bosque a recoger frutas y a leer su libro favorito. Mientras caminaba por un largo sendero, escuchó un ruido, y Helena se asustó mucho. De repente apareció una hechicera anciana llamada Olimpia y ésta le advirtió a la joven princesa: Algo te va a ocurrir si no haces una cosa antes de que cumplas los 18 años, y es algo que tus padres te han ocultado durante todo este tiempo. La princesa muy asustada le dijo: ¿El qué? Dímelo. Mis padres jamás permitirían que me ocurriera algo. Olimpia le dijo: te lo diré con la condición de que consigas traerme tres cosas. La primera, es qué tendrás que buscar una flor dorada única en el mundo que se encuentra en lo más alto de las colinas del reino, la segunda prueba, es qué me tendrás que traer un espejo plateado que lo podrás encontrar junto al río más largo del reino y la tercera prueba, es qué tendrás que traerme una rosa brillante, con los diamantes más preciosos del reino. La princesa accedió a hacer cualquier cosa porque la hechicera le rebelara ese oscuro secreto. Pasaron bastantes meses hasta que Helena consiguiera todo lo que le había pedido la hechicera, pero estaba a punto de cumplir los 18 años, ya que apenas le quedaba un mes para cumplirlos.

Por fin llegó de nuevo al bosque y se encontró con la hechicera, le dio lo que le había pedido y ésta le contó el secreto. Cuando naciste, una bruja te condenó a un hechizo, ya que antes de que cumplieras los 18 años tenias que haber encontrado el amor verdadero, y si no lo hacías, estarías condenada a una vida sola y sin amor pero con la condición de que tus padres no te podían decir nada. La princesa muy sorprendida, dijo que eso era horrible, ya que apenas le quedaba un mes para cumplir los 18 años, y que no tendría el tiempo suficiente para enamorarse, por lo que no se lo pensó dos veces y corrió al reino a buscar a su amor verdadero. Cansada y rendida de no encontrar a nadie, decidió volver a su casa ya que había perdido todas las esperanzas, con la suerte de que cuando llegó al palacio acababa de llegar un joven príncipe llamado Rodrigo que buscaba una princesa con la que poder desposarse para poder reinar en su reino. La princesa Helena al verle se enamoró profundamente, ya que éste era joven, apuesto y era muy bondadoso. Éste admirando su gran belleza, se enamoró también, así que decidieron casarse lo antes posible para que el hechizo se rompiera. El día antes del cumpleaños de Helena, ella y el príncipe Rodrigo se casaron, y de esa forma el hechizo se rompió, por lo que vivieron muy felices y tuvieron muchos hijos.

Fin

1 comentarios:

Irune Labajo dijo...

Es un cuento muy bonito, pero más que adaptado, está inspirado en Toda clase de pieles porque has eliminado muchos de los hitos del viaje iniciático.

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